Sir Rudyard Kipling |
La gran preocupación de la joven ministra de Justicia y Administración Pública, Tiamat Pastunbayeva, sólo por detrás de evitar que se sigan produciendo impunemente matrimonios por secuestro, es impulsar el desarrollo de la administración pelafustaní, que constantemente es acusada de lenta e invadida por la corrupción. Tiamat (así llamada por su padre, gran aficionado a la serie de dibujos animados "Dragones y Mazmorras", en honor del dragón de unas cuantas cabezas que de capítulo en capítulo salía para hacerle la vida imposible a los protagonistas) ha decidido fomentar el uso de software libre en los ministerios del país.
El uso de software propietario que ella gráficamente llama "más maloliente que la más infecta boñiga de un yak" (no confundir con el generador de analizadores sintácticos yacc) está ampliamente extendido y las conexiones de los gerentes de las empresas que lo comercializan con algunos altos funcionarios impiden el avance de sus alternativas. (Por no hablar de la poca gracia que les hace a algunos usuarios que les desinstalen la versión pirata de "EL" paquete de ofimática que tienen en el ordenador del trabajo y les pongan uno de esos "programas de pobres") Conocedora de las distintas estrategias de impulso de software libre en la administración que se han llevado a cabo en Suecia, Reino Unido o España, ha debido seguir un camino propio, dados los distintos mecanismos de realización de proyectos informáticos en su país.
Sin embargo, el resultado está siendo igualmente exitoso: En España, por ejemplo, si una empresa quiere optar a desarrollar un sistema informático para alguna administración (como por ejemplo, la página web del Senado), ha de elaborar un documento en el que indique cómo desarrollaría su proyecto y con qué funcionalidades (y, ya de paso, comentar por qué cantidad está dispuesto a hacerlo) No se hace así en Pelafhustán, ya que se ha recuperado el sistema tradicional de monta de yaks. Así, los gerentes de cada una de las empresas licitadoras se suben a uno de estos bóvidos y se adjudica el contrato al ganador de una carrera de quince yardas a través de la estepa. Como las empresas que se basan en software libre suelen ser más recientes, sus gerentes suelen ser más ágiles y jóvenes, además de delgados, ya que es costumbre que los gerentes pelafustaníes de empresas "partners" de fabricantes de software propietario compitan por invitar a copiosas cenas a los responsables de informática de los posibles clientes lo cual, dado el alto valor calórico de la carne de yak, hace que raro sea el gerente que baje de los noventa kilos.
Además, dado que a cada contendiente se le hace cargar durante la carrera con las cajas en las que viene su software (un pendrive con el código fuente en el caso de los que se presentan con soluciones Linux y MySQL, siete cajas con manuales en el de los que proponen usar Windows y SQL Server Express) y que siempre será más cómodo montar un animal así vestido con una simple camiseta negra con el dibujo de un pingüino que con chaqueta y corbata, se explica la gran cantidad de contratos que están ganando las empresas basadas en el software libre.
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